martes, 5 de mayo de 2009

TRADICIONES

SHAMANES ( ILUMAN)


Los shamanes son intermediarios entre dioses y hombres, personajes preparados para la magia y la brujería, que tienen una influencia indiscutible, como curanderos. "Las enfermedades" según su grado, eran tratadas por los propios familiares o por el Shaman de la parcialidad respectiva y por otros que había que buscarlos en lugares lejanos de la selva del Oeste y el Este.

Los Shamanes y jefes de parcialidades realizan ofrendas tanto en épocas de calamidad como de bonanza para mantenerlos propicios; realizan el guachocaray, ceremonia que tiene lugar en la loma de San Roque, San Pablo o en la loma de Monserrate. "Concurren los indígenas conduciendo viandas para ofrendar a la divinidad al pie del árbol lechero ... allí de rodillas, los niños suplican al Imbabura, al Cotacachi, al Mojanda. Luego reparten por igual los potajes entre los asistentes". Al Mojanda, considerada como montaña sagrada Ie rinden adoración evitando así las granizadas que perjudican sus sementeras. Otra creencia bien arraigada entre los nativos la constituye El Lechero, árbol totem existente en las lomas de Monserrate, al que entre otros atributos se Ie atribuyen propiedades de mantenedor de lluvias, por lo que acuden con presentes y conjuros cuando la sequía azota los campos.



TELAR DE CINTURA (OTAVALO)



Son de dos tamaños, uno pequeño para tejer fajas y otro grande para tejer ponchos.
El telar para fajas se sujeta en un pilar de la casa por uno de los extremos de la urdimbre, mientras el otro está sujeto a la cintura del tejedor, quien ejerce la debida tensión que permite el cruzamiento de la trama entre las dos capas de hilos, los pares y los impares alternativamente.
El telar de cintura para tejer ponchos de mayores dimensiones que el de fajas, se sujeta por unos de sus extremos a una pieza de madera, fuertemente amarrada a dos soportes verticales enterrados en el suelo, para evitar que puedan moverse; el otro extremo de la urdimbre se sujeta a la cintura del tejedor por medio de un cinturón de cuero.
El Telar de Pedales mantiene tensado los hilos de la urdimbre por dos enjulios, uno posterior donde está devanada la urdimbre y otro delantero donde se enrolla la tela. Cada hilo pasa por el ojal central de la malla, cuyo conjunto forma los lisos, unidos a los pedales colocados en la parte inferior del telar. El batán suspendido como un péndulo, contiene un peine, que mantiene ordenados los hilos de la urdimbre y aprieta el hilo de trama a la tela ya hecha. El hilo de la trama, devanado en una canilla que va dentro de la lanzadera, por si mismo cuando el tejedor, al pisar los pedales, separa los hilos pares de los impares, formando una abertura llamada calada, por donde la arroja de un orillo a otro del tejido.

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